De Franco a Sánchez: evolución de la posición de España en el conflicto palestino-israelí

El ministro de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares, se reúne el 28 de enero con el jefe de la misión de la Liga de los Estados Árabes en España, Malek Twal, quien también es el embajador de la Liga Árabe en el país, y embajadores árabes en España en la sede del Ministerio, el Palacio de Viana. (Foto compartida por La Moncloa)

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (d), habla junto al primer ministro esloveno, Robert Golob, tras su reunión en el Palacio de la Moncloa en Madrid, el 29 de mayo de 2025. (Oscar del Pozo/AFP vía Getty Images)
Sánchez insiste en el embargo de armas a Israel

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (derecha), y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (izquierda), se estrechan la mano antes de una reunión en la sede de la UE en Bruselas, el 28 de mayo de 2025. (Nicolas Tucat / AFP vía Getty Images)

El ministro de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares, se reúne el 28 de enero con el jefe de la misión de la Liga de los Estados Árabes en España, Malek Twal, quien también es el embajador de la Liga Árabe en el país, y embajadores árabes en España en la sede del Ministerio, el Palacio de Viana. (Foto compartida por La Moncloa)

El ministro de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares, en un discurso sobre el reconocimiento de España a Palestina como un Estado en la Casa Árabe de Madrid (Foto compartida por La Moncloa)
De Franco a Sánchez
El 16 de mayo de 1949 marcó una ruptura de relaciones entre España e Israel, después de que el representante israelí ante la Asamblea General de la ONU, Abba Eban, votara en contra de la petición de Brasil, Perú, Colombia y Bolivia, que buscaba derogar las sanciones diplomáticas impuestas en 1946 a España, según el estudio.
Con el paso del tiempo, otros eventos fueron forjando la postura de España hacia el mundo árabe e Israel.
En 1955, España fue admitida definitivamente en las Naciones Unidas, y esta vez Israel votó a favor. Sin embargo, durante el gobierno de Franco, las relaciones hispano-israelíes no lograron establecerse, debido a la exigencia de mejorar las relaciones entre los judíos y sus países vecinos.
La guerra de los Seis Días, librada en 1967 entre Israel y los países árabes vecinos, como Egipto, Siria y Jordania, cambió la historia del Medio Oriente y consolidó a Israel como una potencia regional.
En 1981, el presidente español Felipe González afirmó que no estaba dispuesto a hablar sobre el reconocimiento de Israel mientras no retornara a los límites establecidos antes de la guerra de 1967.
Desde 1972, la postura socialista española promovía el establecimiento de dos Estados, uno palestino y otro israelí, como camino hacia la paz en la región.
El Gobierno español defendió a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) como representante del pueblo palestino, apoyó el Plan de Fez de 1982 y votó a favor de las iniciativas árabes en las Conferencias de la ONU.
En junio de 1983, y luego en 1984 y 1985, el presidente Felipe González afirmó que el establecimiento de relaciones diplomáticas con Israel no era un simple asunto político, sino una «cuestión histórica» que unía a España con el pueblo judío.
El 17 de enero de 1986, en La Haya, se normalizaron las relaciones, basándose en los vínculos históricos entre el pueblo español y el pueblo judío, lo que permitió el nombramiento de embajadores en Madrid y en Tel Aviv.
Junto con el reconocimiento de Israel, el Estado español mantuvo su apoyo a las aspiraciones del pueblo palestino y pidió la apertura de un proceso negociador entre las partes interesadas, con la participación de la OLP como representante del pueblo palestino.
España promovió la Conferencia de Paz de Madrid de 1991, que estableció diálogos bilaterales entre Israel y países como Jordania, Siria, Líbano y los palestinos.
Desde esa Conferencia, la administración española comenzó a transferir grandes cantidades de recursos a las ONG para desarrollar proyectos tanto en Gaza como en Cisjordania.
En 1995, España abrió una Oficina Técnica de Cooperación (OTC) en Palestina tras la firma de la primera Comisión Mixta Hispano-Palestina en Túnez en 1994.
En 1995, en la Conferencia Internacional de Barcelona, se invitó a Israel a intercambiar «paz por territorios».
El ascenso al poder de José María Aznar en 1996 coincidió con el de Benjamín Netanyahu en Israel. El primer ministro israelí realizó visitas a España el 3 de diciembre de 1996 y el 5 de marzo de 1998.
Paralelamente, Aznar realizó tres visitas a Israel: la primera a finales de junio de 1998, donde mantuvo una reunión de trabajo con Netanyahu para estudiar la manera de multiplicar las relaciones comerciales e inaugurar el primer Instituto Cervantes de Israel en Tel Aviv; la segunda en julio de 1999; y la tercera en diciembre de 1999, cuando atendió la invitación de Yasser Arafat, líder de la OLP, para pasar las fiestas navideñas en Belén.
Entre el 30 de octubre de 1996 y el 7 de octubre de 2000, Yasser Arafat viajó siete veces a España, y el presidente Aznar visitó los territorios palestinos en tres ocasiones, inmediatamente antes y después de sus visitas a Israel.
Tres días antes de las elecciones generales de 2004, se produjo el peor atentado de la historia de España en la estación de Atocha, en Madrid. A primera hora de la mañana del jueves 11 de marzo, diez mochilas-bomba estallaron en cuatro trenes de cercanías, causando la muerte de 192 personas y dejando heridas a miles. Ante la gravedad de los hechos, los partidos dieron por concluida la campaña electoral.
El Gobierno afirmó que el objetivo estratégico global de la cooperación española con los territorios palestinos era la «creación de un Estado palestino viable a través principalmente de la lucha contra la pobreza».
Paralelamente, Zapatero mantuvo importantes relaciones comerciales con Israel.
Consecuencias del reconocimiento de Palestina como Estado
Pero, ¿qué consecuencias prácticas tiene la decisión de España de reconocer a Palestina como un Estado? El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, dijo en 2024 que esta medida implica reconocer a Palestina «como sujeto de derecho internacional a todos los efectos».
«Hay unos privilegios y unas inmunidades que España respeta escrupulosamente con todos los países del mundo, con sus embajadas y consulados, y exigimos, en base al derecho internacional, el mismo respeto», señaló Albares.
Guerra de Israel, Hamás y Palestina
El reconocimiento de España de Palestina como Estado se enmarca en un contexto de violenta guerra entre el grupo terrorista Hamás e Israel.
El 7 de octubre, Hamás, la Yihad Islámica Palestina junto a otros grupos terroristas palestinos lanzaron un ataque a gran escala contra Israel desde la Franja de Gaza, donde reside gran parte de la población palestina. Este ataque causó la muerte de aproximadamente 1200 personas, hirió a más de 5400 y se produjo el secuestro de 253 rehenes, según cifras reconocidas por el Departamento de Estados de EE. UU.
Israel respondió con una operación militar sostenida y a gran escala en Gaza, que, para finales de año, había causado la muerte de más de 21 000 palestinos y herido a más de 56 000, además de forzar el desplazamiento de la mayoría de la población palestina en Gaza.
Desde el inicio del conflicto, no se ha hecho una distinción clara entre combatientes y civiles en Gaza. Según el recuento del Ministerio de Sanidad de Gaza compartidos por EFE, hasta la fecha han muerto 53 939 personas en el territorio de Gaza y otras 122 797 han resultado heridas, aunque estos datos no han podido ser verificados de manera independiente.
Israel publicó los nombres de las 858 bajas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desde el 7 de octubre de 2023. Además, informó que 5898 israelíes han resultado heridos. En la actualidad, 132 se encuentran hospitalizados, 32 de ellos en estado grave.









